Por qué sus dispositivos IoT son el enlace más débil en seguridad

El Fast Company Impact Council es una comunidad de membresía privada de líderes, expertos, ejecutivos y empresarios influyentes que comparten sus ideas con nuestra audiencia. Los miembros pagan las cuotas anuales de membresía por el acceso al aprendizaje por pares y las oportunidades de liderazgo de pensamiento, eventos y más.
Como se proyecta que el número de dispositivos de Internet de las cosas (IoT) alcanzará los 40 mil millones para 2030, la integración de IoT en nuestra vida cotidiana es innegable. Desde casas inteligentes hasta sistemas industriales, los dispositivos IoT ofrecen conveniencia y eficiencia sin precedentes. El informe del panorama de seguridad IoT de Netgear de Netgear encontró que los dispositivos IoT, incluidos los televisores, los enchufes inteligentes, los enrutadores y más ataques frecuentes, con un promedio de 10 por dispositivo, por día. La rápida adopción de IoT está superando las medidas de seguridad necesarias para protegerlas.
El aumento de IoT va más allá de los hogares inteligentes, llegando a sectores críticos como la atención médica, los servicios públicos y el transporte, donde las apuestas son mucho más altas. Una violación de seguridad en estas áreas podría conducir a resultados devastadores, desde el robo de datos personales hasta las interrupciones operativas en las operaciones esenciales. Para realizar completamente el potencial de IoT, es crucial repensar la seguridad del dispositivo, establecer estándares más fuertes y fomentar una cultura de seguridad primero que tiene como objetivo proteger los sistemas que impulsan nuestro futuro.
La explosión de IoT y sus espacios de seguridad
El surgimiento de IoT ha sido transformador. Lo que comenzó como dispositivos simples e inteligentes en los hogares se ha expandido a un vasto ecosistema interconectado que toca a casi todas las industrias, como la agricultura, la salud, el transporte y la fabricación. Los dispositivos IoT ahora alimentan la toma de decisiones en tiempo real, automatizan sistemas complejos y optimizan las operaciones a escala global. Sin embargo, las brechas de seguridad significativas amenazan con socavar estos beneficios. Muchos dispositivos IoT carecen de protecciones fundamentales como cifrado, actualizaciones regulares de firmware y procesos de arranque seguros. El problema se ve agravado por el gran volumen de dispositivos ahora desplegados, cada uno de los atacantes. En muchos casos, una vez que se compromete un dispositivo IoT, puede servir como una puerta de enlace a sistemas más críticos, creando un efecto dominó de las vulnerabilidades en redes enteras.
Los riesgos clave incluyen configuraciones de seguridad predeterminadas, potencia y memoria de procesamiento limitadas, y la falta de protocolos de seguridad estandarizados en todo el ecosistema IoT. Estas brechas permiten a los atacantes explotar dispositivos para acceder a datos confidenciales, interrumpir los servicios esenciales o violar redes más grandes y críticas, poniendo en riesgo la integridad de los sistemas completos.
El papel de usuarios y fabricantes en seguridad de IoT
IoT Security es una responsabilidad compartida entre los usuarios y los fabricantes, que desempeñan papeles cruciales en la protección de los dispositivos de las amenazas cibernéticas. Los fabricantes son los principales responsables de diseñar y desarrollar dispositivos seguros, pero a veces necesitan priorizar el tiempo de comercialización sobre las características de seguridad integrales. Muchos dispositivos IoT, como dispositivos de casas inteligentes, cámaras y wearables, son producidos por empresas con experiencia limitada en ciberseguridad, lo que lleva a vulnerabilidades en los protocolos de firmware y comunicación de dispositivos. Las pruebas inadecuadas y la supervisión de seguridad en las etapas de diseño y desarrollo exponen dispositivos a riesgos como acceso no autorizado y violaciones de datos.
En el lado del usuario, la negligencia en el mantenimiento de la seguridad del dispositivo exacerba aún más estos riesgos. Los usuarios a menudo no cambian las contraseñas predeterminadas, dejando sus dispositivos vulnerables a los ataques de fuerza bruta. Los usuarios a menudo no actualizan regularmente firmware o software, sin darse cuenta de que los parches se lanzan para solucionar vulnerabilidades conocidas. Muchos consumidores también deben obtener conciencia de los riesgos de privacidad potenciales, como el mal uso de los datos personales recopilados por sus dispositivos, que pueden ser explotados si no protegidos correctamente y adecuadamente.
La complejidad de abordar estos problemas radica en la necesidad de una mayor estandarización en toda la industria. Los fabricantes a menudo lanzan productos con sistemas patentados que no siempre se adhieren a los marcos de seguridad universales, lo que dificulta que los usuarios implementen las mejores prácticas de manera consistente. Sin protocolos de seguridad estandarizados y una mejor educación del consumidor, el ecosistema IoT continuará enfrentando desafíos.
Implementar las mejores prácticas para la seguridad de IoT
Como los sistemas IoT se integran en la infraestructura crítica y la vida diaria, los cambios en la evolución de las políticas son esenciales para abordar los riesgos crecientes. Los marcos regulatorios, como las leyes de protección de datos más estrictas y los estándares de seguridad obligatorios para los dispositivos IoT, desempeñarán un papel fundamental en la mejora del entorno de seguridad. Los gobiernos y las organizaciones deben trabajar juntos para desarrollar estándares de seguridad globales que exigan el cifrado, los protocolos de autenticación y las actualizaciones regulares de software. Estas políticas no solo alentarán a los fabricantes a diseñar dispositivos más seguros, sino que también responsabilizarán a las empresas por mantener la seguridad durante todo el ciclo de vida de sus productos.
Dada la escala y la complejidad de los ecosistemas IoT, las medidas de seguridad tradicionales a menudo se quedan cortas. Aquí es donde la IA y el aprendizaje automático pueden desempeñar un papel transformador. Los sistemas de seguridad impulsados por la IA pueden analizar grandes conjuntos de datos generados por dispositivos IoT en tiempo real, identificando anomalías que podrían indicar una violación. Los algoritmos de aprendizaje automático mejoran con el tiempo, lo que les permite predecir y evitar las amenazas emergentes antes de que se intensifiquen. Dicho esto, la efectividad de las tecnologías depende de su integración adecuada con las infraestructuras de seguridad existentes y las actualizaciones continuas informadas por la última inteligencia de amenazas.
Tu voz importa. Insista en que los fabricantes prioricen la seguridad al elegir productos de empresas que sean transparentes sobre sus prácticas de seguridad y comprometidos con actualizaciones regulares. Al respaldar políticas e iniciativas que presionan para mejores prácticas de seguridad en todos los ámbitos, usted ayuda a garantizar que todos los dispositivos, desde el sensor más pequeño hasta el sistema más complejo, estén en mente con seguridad.
Svetlin Todorov es cofundador de Shelly y CEO de Shelly USA