Los problemas laborales de larga data, como el maltrato, la normalización del comportamiento tóxico y la falta de responsabilidad por la cultura del lugar de trabajo, han alimentado una tendencia creciente conocida como renuncia de venganza.
Este fenómeno, en aumento desde la década de 2000, ve a los empleados dejar sus trabajos no solo por mejores oportunidades, sino como una forma de protesta y autoconservación contra un tratamiento injusto.
En el pasado, el miedo a la ruina económica, el estigma social y la valoración de la estabilidad laboral sobre la dignidad personal evitaban que muchos empleados dejaran de fumar en tales circunstancias. Sin embargo, la desigualdad sin precedentes y otros riesgos geopolíticos están causando un aumento en la venganza y los comportamientos similares.
Las empresas que desean abordar este problema tienen mucho que ganar, pero deben ir más allá de la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) o las estrategias de recursos humanos. Crear un sentido genuino de pertenencia puede remodelar la cultura del lugar de trabajo, impulsar el compromiso y el éxito empresarial general.
Consecuencias de la venganza renunciando
Cuando los empleados renuncian como un acto final de protesta contra las condiciones de trabajo tóxicas, el impacto en las organizaciones puede ser significativo. Una de las consecuencias más obvias es la pérdida financiera. Las salidas repentinas conducen a gastos relacionados con el reclutamiento, la contratación, la capacitación y la pérdida de productividad y las interrupciones del proyecto.
Las organizaciones también pierden conocimientos y habilidades institucionales valiosas cuando los empleados experimentados renuncian, obstaculizan la innovación, la continuidad y la estrategia a largo plazo.
La abrupta partida de los empleados también envía un mensaje poderoso al personal restante, lo que potencialmente conduce a una disminución de la moral, la confianza y el compromiso.
Los casos de venganza de alto perfil también pueden dañar la reputación de una organización, afectando las relaciones con los clientes y la confianza de los inversores.
Finalmente, la venganza dejar de fumar puede tener consecuencias duraderas en la cultura laboral. Si el comportamiento tóxico que causó la renuncia sigue sin abordar, los empleados restantes pueden desconectarse, lo que lleva a una disminución en la calidad del trabajo.
Mitigar el riesgo de venganza renunciando
Mi investigación ha encontrado que cuando los empleados sienten un sentido genuino de pertenencia, están más comprometidos y leales, producen soluciones más innovadoras y creativas, y son más confiables y productivos.
Además, los amortiguadores de pertenencia contra los estresores del lugar de trabajo que conducen a comportamientos tóxicos al reducir los sentimientos de aislamiento, mitigar el agotamiento y alentar la escucha activa antes de tomar decisiones. Esto, a su vez, disminuye la probabilidad de que los empleados hagan salidas abruptas y de represalia.
Los empleados quieren trabajar para empresas que respeten su individualidad y valoren sus contribuciones. Los equipos de alto rendimiento prosperan cuando hay una responsabilidad clara, una resolución de conflictos justos y una cultura de retroalimentación y aprendizaje. Abordar los comportamientos tóxicos temprano ayuda a mantener la confianza y reduce el riesgo de renunciar de represalias.
También es esencial distinguir entre pertenencia y simplemente encajar. La verdadera pertenencia es un comportamiento recíproco entre los empleados y la organización, no únicamente la responsabilidad del empleado. Las organizaciones que se centran solo en obligar a los empleados a "encajar" pasan por alto los cambios sistémicos necesarios para fomentar los verdaderos beneficios.
La pertenencia requiere un compromiso activo con los cinco indicadores centrales de pertenencia: comodidad, conexión, seguridad psicológica y bienestar. Cada indicador es esencial para reducir el deseo de desconectarse o dejar de frustración o represalia.
Pilar 1: comodidad
La comodidad en el lugar de trabajo es esencial para el enfoque, la función cognitiva y la productividad. Si bien los factores físicos como la temperatura, el ruido y la ergonomía son importantes, la comodidad social es más crítico. La comodidad social proviene de expectativas claras, flujos de trabajo definidos y reconociendo los talentos individuales dentro de un equipo.
Cuando la economía se vuelve volátil, puede obligar a las organizaciones a desviarse de sus planes estratégicos originales en un esfuerzo por mantenerse a flote. Cuando esto sucede, la comodidad es lo primero que se erosiona en un lugar de trabajo, lo que permite que la toxicidad no se controle.
Por ejemplo, cuando los cambios económicos obligan a los líderes a pivotar, los empleados pueden tener que desechar su trabajo. Si el liderazgo carece de alineación en las nuevas acciones estratégicas, las expectativas aumentarán mientras la claridad disminuye, crea estrés y conflicto. Los líderes deben restablecer las expectativas, restaurar la comodidad social y garantizar la colaboración en lugar de la competencia.
Pilar 2: conexiones
Las fuertes relaciones sociales en el lugar de trabajo pueden amortiguar contra el estrés y mejorar la resiliencia. La conexión se fomenta a través de programas de tutoría, colaboración y redes informales.
En la configuración de trabajo remoto e híbrido, garantizar que los empleados se sientan conectados con sus equipos a través de verificaciones estructuradas y el espacio social virtual sea fundamental.
Las conexiones aumentan el compromiso y la construcción del apego emocional, lo que reduce el riesgo de que los empleados se van. Los empleados que experimentan interacciones significativas con colegas y líderes están más comprometidos y menos propensos a sentirse alienados.
Pilar 3: Contribuciones
Los empleados deben sentir que su trabajo es significativo y valorado. El reconocimiento activa el sistema de recompensas del cerebro, lo que refuerza la motivación y aumenta el compromiso. Cuando los empleados se sienten no apreciados, se acumulan resentimiento. Cuando esto sucede repetidamente, puede llevar a los empleados a desconectarse de su trabajo y, finalmente, partir.
Las organizaciones deben implementar programas de reconocimiento estructurado que celebren los logros individuales y del equipo, asegurando que los empleados sean valorados.
Igualmente importante es ofrecer oportunidades para que los empleados contribuyan más allá de sus descripciones de trabajo, ya sea a través de proyectos especiales o tutoría. Un lugar de trabajo que valora y reconoce las contribuciones fomenta el compromiso y disminuye la probabilidad de que los empleados renuncien.
Pilar 4: Seguridad psicológica
Asegurar que las ideas y las preocupaciones de los empleados se encuentren con curiosidad y comprensión es crucial para la retención. En los lugares de trabajo basados en el miedo, el estrés inhibe la función cognitiva y la creatividad.
Los líderes deben crear entornos donde sean bienvenidos, los errores se ven como oportunidades de aprendizaje y los empleados se sienten capacitados para expresar sus perspectivas.
Los empleados se sienten seguros cuando trabajan en un entorno donde se enseñan y alentan comentarios. Es menos probable que se desconecten o participen en comportamientos de represalia como la venganza de dejar de fumar.
Estrategias como canales de comunicación claros, mecanismos de retroalimentación anónima y capacitación de liderazgo inclusivo ayudan a crear seguridad psicológica.
Pilar 5: bienestar
El bienestar de los empleados está vinculado a la función cognitiva, la regulación emocional y la satisfacción laboral. Los empleados que experimentan estrés crónico, agotamiento o desequilibrios de la vida laboral tienen más probabilidades de desconectarse y eventualmente renunciar.
Los programas en el lugar de trabajo que apoyan la salud mental y física son cruciales. Ofrecer acuerdos de trabajo flexibles, recursos de gestión de la salud mental y la gestión del estrés, la normalización de los descansos y establecer límites ayuda a mantener la energía y el compromiso de los empleados.
Más que una casilla de verificación
La venganza de dejar de fumar no es solo una serie de incidentes aislados, sino un reflejo de un desprecio más profundo y sistémico por la dignidad de los trabajadores.
La fuerza laboral ha cambiado, y los empleados ahora priorizan los lugares de trabajo donde se sienten respetados, valorados y seguros. Las empresas que no se adaptan continuarán perdiendo trabajadores experimentados y talentosos, no porque el mercado laboral sea más competitivo, sino porque los empleados se niegan a tolerar entornos que socavan su dignidad.
Los líderes deben reconocer que crear una cultura de pertenencia no se trata de verificar una caja DEI, se trata de garantizar que los empleados tengan todas las razones para permanecer y crecer dentro de sus organizaciones.
Andrea Carter, Facultad Adjunta en Psicología Industrial y Organizacional, Universidad de Adler
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