Alrededor de 10,000 personas, en su mayoría extranjeros, han sido liberadas de las operaciones de fraude de telecomunicaciones en Myanmar en los últimos días. Atraídos por lucrativas ofertas de empleo, se habían encontrado atrapados en centros de estafas donde se vieron obligados a trabajar estafando a personas de todo el mundo. La última represión arroja luz sobre la industria ilegal multimillonaria, que ha florecido en las tierras fronteras sin ley de Myanmar.