Cómo Hailey Van Lith superó sus momentos más oscuros para brillar en el draft de la WNBA
Hailey Van Lith’s viaje al Draft de la WNBA No fue solo un escaparate de su talento de baloncesto, fue una pelea arenosa a través de la oscuridad personal. Después de un período desafiante en LSU la dejó cuestionar su futuro y luchar contra las luchas de salud mental, Van Lith organizó un regreso notable.
Su transferencia a TCU, combinada con una feroz determinación de reclamar su chispa, la impulsó a nuevas alturas y la llevó a la atención de la WNBA. ¿Cómo transformó sus mínimos más bajos en un triunfo brillante del día del draft?
Una carrera universitaria de montaña rusa
Van Lith irrumpió en escena en Louisvilledeslumbrantes fanáticos con su destreza de anotación. Como junior, promedió 19.7 puntos por juego y impulsó a los Cardenales a una carrera de Final Four, consolidando su estado como una estrella en ascenso. Pero su transferencia 2023-24 a LSU la arrojó a aguas desconocidas.
En un nuevo sistema, su actuación cayó a 11.6 puntos por juego, y enfrentó una crítica implacable, especialmente después de una lucha defensiva de alto perfil contra Caitlin Clark en el torneo de la NCAA. Fuera de la cancha, la presión se volvió insoportable. Van Lith luego admitió que lidió con pensamientos suicidas, diciendo: "Ni siquiera quería vivir" Durante ese tiempo tumultuoso.
Su audaz mudanza a TCU por su quinto año cambió todo. Bajo el entrenador Mark Campbell, Encontró su ritmo, publicando 17.9 puntos, 4.6 rebotes y 5.4 asistencias por juego mientras disparaba un impresionante 45.2% desde el campo. Sus estadísticas no eran solo números, eran una prueba de un resurgimiento. Ella llevó a TCU a un campeonato Big 12 y una aparición de élite ocho, hitos que subrayaron su crecimiento. "Ella es una guerrera" Campbell elogió. "Su capacidad para superar la adversidad es lo que la hace especial".
Ganar el juego mental
Más allá de la madera dura, la mayor batalla de Van Lith fue interna. Después de LSU, se inclinó hacia el apoyo de la salud mental, confrontando sus luchas de frente. "Elogio (Dios) por las noches en las que ya no quería estar vivo", Ella reveló en una entrevista cruda posterior al juego después de la carrera del torneo de la NCAA de TCU.
Su vulnerabilidad tocó un acorde, ofreciendo una rara visión de las presiones invisibles que enfrentan los atletas de élite. No se trataba solo de redescubrir su tiro de salto, se trataba de reconstruir su espíritu.
Ese reinicio mental pagó dividendos en TCU. Los exploradores se dieron cuenta de su toma de decisiones más nítida y su sensación de frescos bajo presión, rasgos que aumentaron su stock de draft. Su viaje se convirtió en una narrativa poderosa: un jugador que no solo sobrevivió a sus momentos más oscuros, sino que los usó como combustible para brillar.
Gloria del día del draft y más allá
En la noche del draft, el Chicago Sky seleccionó a Van Lith 11 en general, un testimonio de su resistencia. Al unirse a una liga cada vez más en sintonía con la salud mental, encontró un hogar apropiado. "Se siente bien unirse a una liga que no solo está preocupada por nuestro juego sino también por nuestra salud mental". Dijo, radiante junto al ex compañero de equipo de LSU, Angel Reese.
Si bien los analistas sugieren que necesitará tiempo para adaptarse a los profesionales, su potencial es innegable.
La historia de Hailey Van Lith es más que un cuento deportivo: es un faro para cualquiera que enfrente sus propias sombras. Desde el borde de la desesperación hasta el escenario de la WNBA, ha demostrado que las victorias más difíciles comienzan dentro. Cuando comienza su capítulo profesional, su viaje promete inspirar, y su juego recién está comenzando.