
Los científicos descubrieron que los restos Likley pertenecían a una mujer de entre 17 y 22 años, con marcas cortadas en el cuello apuntando a una decapitación deliberada como posible causa de muerte.
Los científicos descubrieron que los restos Likley pertenecían a una mujer de entre 17 y 22 años, con marcas cortadas en el cuello apuntando a una decapitación deliberada como posible causa de muerte.