En mayo de 2017, una misión católica en Bangassou en la República Centroafricana se convirtió en un símbolo de resistencia. Los sacerdotes formaron una cadena humana para defender a los musulmanes de una masacre de militantes anti-Balaka de la mayoría cristiana. Los sacerdotes protegieron a la comunidad musulmana perseguida durante cuatro años. Caroline Dumay y Stefan Carstens informan sobre el estado actual de la reconciliación en Bangassou, en un país donde unos 15 grupos armados aún están activos.